Si Ud. es amante del chocolate y a la vez sufre de hipertensión arterial es posible que se le esté dibujando una sonrisa en su cara. Pero atención: antes de salir a comprarse la tableta más grande de chocolate reflexione sobre los siguientes puntos:
1) La noticia dice “pequeñas cantidades” y le pone una cifra: 6,3 gramos. Un chocolatín habitual, del que consumíamos en nuestra infancia tiene aproximadamente 20 a 25 gramos. Es decir, debería consumir la cuarta parte de dicho chocolatín. Se podría pensar que si el chocolate negro es “bueno” para la presión, qué problema puede haber de comer mayor cantidad, pero debemos recordar que el chocolate es un producto rico en calorías. El consumo habitual de mayor cantidad de chocolate diario no ayuda a quienes deben mantener o bajar de peso corporal.
2) La reducción en las cifras de presión arterial son mínimas: piense que las cifras de presión arterial normal, expresadas en milímetros, son de 120/70.
3) Se trata de chocolate negro. Es decir, no incluye la variedad de chocolate que estamos acostumbrados a adquirir en forma de golosinas o bombones, que contiene leche entera (lo que implica cierta cantidad de colesterol) y mayor contenido de azúcar. El chocolate negro es bastante amargo, no tan agradable al paladar para los consumidores habituales.
Reflexione sobre estos comentarios antes de salir a comprar chocolates.
Editora Médica Digital, agosto de 2008
Editora Médica Digital, agosto de 2008
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